En medio de la incertidumbre generada por la pandemia y el colapso económico, decidimos dar vida a una idea que venía rondando nuestras mentes desde 2018: crear una maceta innovadora, ecológica y hecha con materiales textiles.




Estamos emocionados por el futuro y listos para enfrentar los desafíos que se presenten mientras continuamos nuestro camino hacia el crecimiento y la expansión.

A finales de 2020, decidimos formalizar TELABAG como una Sociedad por Acciones Simplificada (SAS), lo que nos permitió arrancar con bajos costos administrativos. Con los fondos del despido de Nancy, adquirimos todos los materiales necesarios para comenzar y lanzamos una pequeña producción en dos colores: blanco y negro, utilizando rollos de tela que encontramos a buen precio. Cada peso invertido era crucial en esos primeros pasos, y aquellos dos rollos fueron la base de nuestra producción inicial.

Ante la dificultad de encontrar empleo, decidimos apostar todo por TELABAG. Emprender en ese momento fue un gran reto: lanzar un producto nuevo requería tiempo, esfuerzo y los recursos eran muy limitados. Durante ese periodo, estudiamos en profundidad las necesidades de distintas plantas, ajustando el diseño de nuestras macetas en aspectos como la capacidad, el drenaje y la oxigenación. Sabíamos también que era preciso ir adaptándolas conforme surgieran nuevos requerimientos.

Elegir los materiales adecuados fue uno de nuestros mayores desafíos. Desde el inicio, supimos que nuestras macetas tenían que ser resistentes a las inclemencias del tiempo, soportar el peso de la planta y el sustrato, y ofrecer durabilidad. Nos comprometimos con la sostenibilidad, por lo que optamos por materiales reciclados y reciclables. Esta decisión, aunque elevó nuestros costos de producción, reflejaba nuestra visión de ofrecer un producto que fuera lo más respetuoso posible con el medio ambiente.

La inspiración final surgió al observar cómo en Estados Unidos algunos cultivadores de marihuana empleaban macetas de tela para sus cultivos, una práctica que comenzaba a ganar popularidad. A partir de esta idea, emprendimos un proceso exhaustivo de investigación. Analizamos diferentes tipos de tejidos y evaluamos cómo resistían el agua, el sol y otros elementos climáticos. Nuestro objetivo era crear un contenedor textil duradero, que ofreciera un crecimiento saludable y beneficios tangibles a las plantas.

Lo que al principio parecía una idea sencilla pronto se convirtió en un proyecto complejo, difícil y de mucho empeño. Con meses de pruebas, ajustes en el diseño y observación de prototipos, finalmente logramos un modelo que cumplía nuestras expectativas, justo cuando sin saberlo íbamos a enfrentar la inminencia de perder nuestros trabajos.

Un Futuro Verde y Ambicioso

Con la vista puesta en el futuro, nos enfocamos en expandirnos a mercados como el estadounidense y canadiense, donde el interés por productos sostenibles y de alta calidad está en auge. Estamos convencidos de que TELABAG resonará en estos lugares, donde muchas personas valoran productos que son funcionales, estéticos y respetuosos con el medio ambiente.

TELABAG es más que una maceta; es una apuesta por un futuro más verde y consciente. Cada maceta está diseñada para proporcionar a las plantas un entorno en el que puedan crecer fuertes y saludables, utilizando materiales reciclados y reciclables que aseguran durabilidad y respeto por el planeta. Con su estructura flexible, adecuada oxigenación y drenaje eficiente, TELABAG no solo se presenta como una opción premium para los amantes de las plantas, sino también como un símbolo de perseverancia y compromiso en tiempos de adversidad.

Estamos emocionados por el futuro y listos para enfrentar los desafíos que se presenten mientras continuamos nuestro camino hacia el crecimiento y la expansión.

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